25 de noviembre de 2013

Reformas en la Salud pero con Sustento Científico - Perú



Escribe: Md. Gustavo Silva Paredes.
Amig@s:
Comparto con ustedes la Carta dirigida al Director del Diario laRepública, publicada el día de hoy, 25 de noviembre de 2013, el objetivo de la carta es exigir que las propuestas de la reforma de la salud posean el respectivo sustento científico. 
En países de bajos recursos y con muchas necesidades pendientes  por resolver, cada gasto es importante y no se puede desperdiciar recursos en prácticas inseguras e ineficaces.
Fuente de la Imgen: Edición Impresa Diario la República 25-11-2013



Reformas en la Salud  pero con sustento científico




Señor Director:


Quien escribe es un médico preocupado por las propuestas del Ministerio de Salud (MINSA) respecto a la reforma de la Salud.


No sólo estas reformas que ponen sobre la mesa dan la espalda a las verdaderas necesidades de la ciudadanía en general, sino que, además, carecen de fundamento científico, lo cual es sumamente importante.


La reforma de la salud es una respuesta insuficiente a los actuales problemas de salud. Los complejos inconvenientes de salud que vive diariamente la población peruana exigen al Estado evitar dar respuestas simples o mantener las que en el pasado contribuyeron a resolver otros problemas y en otras condiciones.
El actual proceso de la reforma de la salud se inicia con excesivos años de retraso, pero esto da la oportunidad de analizar los errores que otros sistemas sanitarios desarrollaron en el pasado.


Por ello, la propuesta del MINSA de mantener el Primer Nivel de Atención como base de nuestro sistema sanitario es un grave error. Hace aproximadamente 30 años, este se rectificó en varios países, quienes hoy cuentan con sólidos sistemas sanitarios como Alemania, Japón, Reino Unido, Canadá, Noruega, España, Portugal, etc. Todos ellos tienen una característica en común, haber impuesto como base de sus sistemas sanitarios una sólida Atención Primaria de Salud.


Hoy en día existen contundentes argumentos basados en evidencias científicas, donde se demuestra que los Sistemas Sanitarios organizados sobre la base de la Atención Primaria de Salud permiten:

a) Acceder a sus ciudadanos a un servicio sanitario en igualdad de condiciones, ante un mismo problema de salud, incrementando así la equidad.


b) Resolver el 90% de los motivos de consulta médica.


c) Reducir referencias innecesarias a hospitales.


d) Disminuir las listas de espera.


e) Garantizar la sostenibilidad financiera del sistema sanitario al reducir los costos a mediano y largo plazo.


f) Conseguir una elevada satisfacción del usuario interno y externo.


g) Eliminar la ley de cuidados inversos, que dice que, quien más servicios sanitarios requiere menos servicios recibe y quien menos servicios necesita más recibe.


Producto de estos logros sanitarios se obtiene una población con más salud y mayor bienestar social. Todo gracias a cinco características principales de la Atención Primaria de Salud:


1) Longitudinalidad: mantener en el tiempo y en el espacio la interrelación médico-paciente en el seguimiento de todos los problemas de salud, a través de una lista de pacientes por médico.


2) Ser Accesible: provisión de servicios sanitarios eficientes y sin barreras.


3) Coordinación: entre todos los actores que intervienen dentro de un sistema sanitario.
4) Ser puerta de entrada al Sistema de Salud: rol de filtro.


5) Ser integral y polivalente: capacidad de resolver la mayoría de problemas de salud de la población atendida.


 


MD. Gustavo Silva Paredes

DNI 29723114




Post relacionado:

Sistema de Salud del Perú y Reforma Sanitaria (I)

 


 


 

17 de noviembre de 2013

Cuando los sanadores son demasiado amigables / When Healers Get Too Friendly





Escribe: MD. Gustavo Silva Paredes


El Dr. Abigail Zuger reflexiona en un Blog del New York Times sobre la línea que marca los límites de la atención médica, aparte de lss depredaciones sexuales y financieros indiscutibles, nadie está de acuerdo exactamente donde estos límites se encuentran.


Nos muestra dos visiones antagónicas la del Dr. Dr. Donald Seldin quien argumentó que la medicina es una disciplina estrecha con los objetivos claros de "... el alivio del dolor, la prevención de las discapacidades y la postergación de la muerte por la aplicación de los conocimientos teóricos incorporados en la ciencia médica"… y la del Dr. Schiff  quien un viernes por la tarde después de 2 horas en el teléfono tratando infructuosamente de conseguir que el plan de seguro para pagar la medicación para el dolor de su paciente, metió la mano en su bolsillo y entregó al paciente 30 dólares para poder surtir la receta. Le parecía a la vez amable y más honesto que enviarlo diciendo: "Lo siento, no puedo ayudarte." Si bien casi no se esperaba un elogio por un simple acto de bondad tal, estaba completamente sorprendido de encontrarse a si mismo siendo reprendido por su "comportamiento de cruce de fronteras poco profesional" después de que el residente que estaba supervisando compartió este incidente con los directores de la clínica.  Esta denuncia de una violación de la ética no sólo personalmente dolorosa, sino que también planteó preguntas importantes y controvertidos, y oportuna acerca de los roles profesionales apropiados.


También plantea una reflexión sobre los actos de bondad al azar por las consecuencias que pudieran presentar.

Texto Completo





I takes only a moment to step over the line, especially when no one knows exactly where the line is. In my case, it started with a visit from my old friend the activist.
The activist became my patient back in the mid-1990s, when H.I.V. was slowly morphing into a treatable disease. He was young then, with a mop of dark curls — excitable, suspicious and frantic about his health. He was convinced the new drugs were pure synthetic poison, a profiteering scam by the government and Big Pharma. He was also feeling sick enough that he thought he might just give them a try.
He lurched back and forth between these two incompatible positions once or twice a month, dragging me and my prescription pad behind him in a flurry of abandoned amber plastic bottles. Eventually, though, good sense kicked in and he had to admit that on meds he felt a lot better than otherwise. He managed to retain his contempt for the system while regularly filling his prescriptions. I no longer winced at his name on my schedule.
And now it is suddenly decades later, his H.I.V. has long been perfectly controlled, and he is still fomenting revolution. He used to march and holler; now he works social media with a miserable old desktop computer that keeps breaking down.
As it happens, about a week before one of our infrequent appointments — he barely needs me any more — I had treated myself to a brand new laptop, sending an old perfectly good model into the back of the closet.
Of course I wiped its hard drive clean and gave it to him — for he is my old friend. But (also of course) we met furtively in a back corridor and I carefully concealed the contraband in a nest of old grocery bags — for he is my patient, and gifts to patients …well, we don’t usually do that.
Once again, apparently, we were dealing with two incompatible positions. Everyone knows that professional boundaries guide all medical activity in hospital, office and clinic. But aside from indisputable sexual and financial depredations, no one agrees exactly where these boundaries lie.
Kindness to friend and duty to patient: Are they one and the same? Or separated by a barbed-wire fence? Opinion is all over the map.
At one extreme is the position probably best articulated by one of medicine’s great clinician-scientists, Dr. Donald Seldin of the University of Texas. In a 1981 talk to an audience of physicians, Dr. Seldin deplored “a tendency to construe all sorts of human problems as medical problems” and thus within doctors’ duty and purview to fix. If it isn’t “relief of pain, prevention of disability and postponement of death,” Dr. Seldin said, why then, doctor, leave it alone! He got a standing ovation.
In the opposite corner stands Dr. Gordon Schiff of Harvard’s Brigham and Women’s Hospital, who was issued an official reprimand a few years ago for egregious boundary crossing.
The incident that it set it off: Dr. Schiff (now 63, an experienced senior clinician) had tangled with an insurer on the phone for two hours before he gave up and handed an impoverished patient $30 to pay for her pain pills. A resident observed the transaction and turned him in. But Dr. Schiff is a proud repeat offender, whose past infractions include helping patients get jobs, giving them jobs himself, offering them rides home, extending the occasional dinner invitation and, yes, once handing over a computer.
He was told physicians should stay away from “random acts of kindness” — an activity that may sound harmless but is quite distinct from the practice of medicine, and has its risks. Patients might get too familiar, expect too much.
Dr. Schiff published a long rumination about the incident a few months ago (which, he reported in an interview, has elicited the email equivalent of a standing ovation). In it he considers whom, exactly, the sanctions against befriending patients are designed to protect. The patient in some instances, he concludes, but the doctor in far more. “Let’s not pretend we are imposing limits for patients rather than our own best interests.”
Dr. Schiff draws medicine’s borders around a shared social agenda: doctors help the patient’s health by helping the whole patient. Dr. Seldin’s borders contain specific, technical tasks.
If you think too superficially about all of this, you may begin to hear Dr. Seldin screeching like Ebenezer Scrooge: Are there no charities? Are there no social workers?
But it’s not quite that simple. I too handed out the odd $20 bill at work without thinking much about it, until I didn’t see one patient for almost a full year afterward — and she was a sick person who really needed care. What had happened? “I couldn’t come back without your money,” she said.
So that was a random act of blindness on my part, good evidence of the perils of the terrain and the need to think before each step. I think — I hope — the activist and I understand each other a little better than that.

A version of this article appears in print on 11/12/2013, on page D6 of the NewYork edition with the headline: When Healers Get Too Friendly.

12 de noviembre de 2013

La ONU vincula el ciclón Haiyan con el cambio climático

Fuente: El País

 

El Haiyan protagoniza la apertura de la 19 Cumbre del Clima de Varsovia

 

El impacto del cambio climático en fenómenos tan devastadores como el tifón que ha arrasado parte de Filipinas emocionó ayer a los más de 190 países participantes en la 19 Cumbre del Clima, que arrancó en Varsovia. Los asistentes a la sesión inaugural tuvieron un recuerdo para el país, devastado por este tifón de fuerza 5, la mayor conocida, y la secretaria general de la Convención Marco de las Naciones Unidas, Christiana Figueres, lo vinculó con el calentamiento global. “Nos reunimos con el peso de dos realidades sombrías: somos los primeros humanos que respiran 400 partes por millón de CO2 con cada inspiración (...) lo segundo es el devastador impacto del Tifón Haiyan”, dijo.
Yeb Sano, comisionada filipina para el clima, reclamó a los países desarrollados un compromiso de financiación de las medidas contra el cambio climático y que apoyen a los damnificados por las catástrofes naturales. “Filipinas es el segundo país más vulnerable por el calentamiento global, con 22 tifones anuales de media, algo insostenible que genera daños imposibles de sufragar”, destacó la delegada según Efe. Uno de los retos de esta cumbre, que terminará el 22 de noviembre, es lograr financiación para compensar por los daños que las emisiones de países industrializados provocan en los países en vías de desarrollo.
Los expertos subrayan la importancia del calentamiento de los océanos en la formación de los tifones, algo relacionado con las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, pero este no es el único elemento que interviene. “El mecanismo es complejo, es un puzzle complicado, también entra en juego, por ejemplo, la estabilidad de la atmósfera”, explica Ángel Rivera, meteorólogo del Estado y exportavoz de la Agencia Estatal de Meteorología.
“La intensidad de los ciclones tropicales depende principalmente de dos factores: la temperatura de la superficie del océano y la cizalla vertical del viento (diferencia de intensidad del viento entre niveles bajos y niveles altos de la troposfera). Cuanto mayor es la primera y menor la segunda, más intensos son”, detalla Manuel de Castro, Catedrático de Física de la Atmósfera de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Para este investigador, participante en el último informe científico del IPCC (panel de expertos del cambio climático de la ONU), está claro que el primero de los elementos interviene en la intensificación del calentamiento global proyectado para mitad y final de este siglo. “Respecto al segundo, se tienen evidencias de que en esa zona del Pacífico occidental hay un efecto asociado a la concentración en el aire de aerosoles (partículas) emitidos en su mayor parte desde el sur de Asia (China principalmente), que tiende debilitar los vientos en altura”, añade.
La gran incertidumbre que rodea a las causas de un evento climático extremo impone prudencia. “Desde el punto de vista científico no cabe atribuir la formación de ese terrible tifón a nada en concreto”, añade, aunque exista esa “correlación estadísticamente significativa” entre la frecuencia de ciclones extremos en esa región del Pacífico occidental y la contaminación por aerosoles.
Los tifones necesitan aguas del mar con temperaturas por encima de 28 grados centígrados. “En los días previos a la formación las aguas llegaron a estar a 31 grados centígrados”, aporta Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. “Es un país que no puede crecer debido a los peligros naturales que le afectan. Está condenado a la pobreza”, añade Olcina.
El climatólogo Jonathan Gómez Cantero echa de menos la ayuda de grandes potencias. “Es un evento muy intenso, pero el problema principal es la pobreza y la desigualdad, si se hubiera formado a los ciudadanos se habrían alejado de la costa y se habrían evitado víctimas”, contempla.

3 de noviembre de 2013

Determinantes Sociales de la Salud - Dr. Juan Gérvas.



Amig@s¡¡¡

Compartimos la interesante Presentacióndel Dr. Juan Gérvas sobre Determinantes Sociales de la Salud.
Hay muchos puntos que los llevaran a la reflexión, algunos de ellos:


  • Para la salud de una persona, es más importante el código postal que el código genético.
  • Ley de cuidados inversos, cuanto más cuidados necesita una persona menos cuidados recibe, y esto se cumple más cuando se orienta más al sistema privado que al público.
  • La obesidad es un problema de determinantes sociales, no un problema de salud.
  • La diabetes está más asociada a la dificultad a llegar a final de mes.
  • Cuantos en la consulta diagnosticamos diagnósticos Z(clasificación CIE-10): Ejemplo:Z61, Z57, Z56, Z64, Z65, etc.





http://www.youtube.com/watch?v=0HC3GhYPzVg