FUENTE: VIH/sida: esta semana se decide el destino de nueve millones de personas afectadas-MÉDICOS SIN FRONTERAS
Ahora que se ha probado que el tratamiento antirretroviral reduce la transmisión del VIH en un 96%, los gobiernos que participan esta semana en la Reunión de Alto Nivel de la ONU sobre Sida deben llegar a un acuerdo sobre el acceso al tratamiento de casi nueve millones de personas en los próximos cuatro años.
A pesar de la oposición de varios financiadores clave y, tras semanas de arduas negociaciones previas a la cumbre, “¿se comprometerán los gobiernos a alcanzar el objetivo de tener a 15 millones de personas en tratamiento contra el VIH/sida en 2015?”, preguntó Sharonann Lynch, consejera de políticas sobre VIH/sida de la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales (CAME) de Médicos Sin Fronteras (MSF), en la conferencia de prensa que tuvo lugar ayer en la sede de la ONU en Nueva York. “El mundo necesita que los países se marquen un objetivo ambicioso en cuanto a la cobertura del tratamiento del VIH/sida, y necesita que lo hagan con un plan formal para convertirlo en realidad, pues este compromiso no tendría sentido si los países no están dispuestos a aportar el dinero y a llevar a cabo las acciones necesarias para poner fin a la epidemia”.
La cumbre de la ONU que se celebra esta semana en Nueva York tiene lugar inmediatamente después de que nuevas evidencias científicas hayan demostrado que el tratamiento del VIH es también una forma de prevención, ya que reduce la transmisión del virus entre personas en un 96%.
“En los últimos 10 años ya habíamos visto que el tratamiento servía para salvar vidas, pero ahora sabemos que también puede proteger a comunidades enteras, porque el tratamiento también es prevención”, explicó el Dr. Tido von Schoen-Angerer, director ejecutivo de la CAME. “Habría que estar completamente desconectado de la realidad para no darse cuenta de que este dato supone un hito, y de que esos estudios evidencian que el tratamiento del VIH debería transformarse en políticas que nos permitan adelantarnos a nuevas oleadas de infecciones. Los países reunidos en Nueva York tienen en sus manos el poder de cambiar el curso de la epidemia de sida”.
Según nuevas investigaciones de ONUSIDA, si se quieren lograr los objetivos fijados, y ayudar así a revertir 12 millones de nuevas infecciones y más de siete millones de muertes de aquí a 2020, será necesario un aporte adicional de 6.000 millones de dólares cada año de aquí a 2015. Esto también ayudaría a reducir el número anual de infecciones, de los 2,5 millones que tuvieron lugar en 2009, a un millón en 2015.
A pesar de estas evidencias científicas, la tendencia de los últimos años ha sido justamente la opuesta a la necesaria: la financiación se ha reducido en 2009 y en 2010, dejando al Fondo Global de Lucha Contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, al Plan Presidencial de Emergencia contra el Sida del Gobierno de los Estados Unidos (PEPFAR, por sus siglas en inglés) y a otros programas de lucha contra esta enfermedad, con muchos menos recursos de los que se necesitan si se quieren aprovechar los beneficios de utilizar el tratamiento como prevención.
La cumbre de la ONU que se celebra esta semana en Nueva York tiene lugar inmediatamente después de que nuevas evidencias científicas hayan demostrado que el tratamiento del VIH es también una forma de prevención, ya que reduce la transmisión del virus entre personas en un 96%.
“En los últimos 10 años ya habíamos visto que el tratamiento servía para salvar vidas, pero ahora sabemos que también puede proteger a comunidades enteras, porque el tratamiento también es prevención”, explicó el Dr. Tido von Schoen-Angerer, director ejecutivo de la CAME. “Habría que estar completamente desconectado de la realidad para no darse cuenta de que este dato supone un hito, y de que esos estudios evidencian que el tratamiento del VIH debería transformarse en políticas que nos permitan adelantarnos a nuevas oleadas de infecciones. Los países reunidos en Nueva York tienen en sus manos el poder de cambiar el curso de la epidemia de sida”.
Según nuevas investigaciones de ONUSIDA, si se quieren lograr los objetivos fijados, y ayudar así a revertir 12 millones de nuevas infecciones y más de siete millones de muertes de aquí a 2020, será necesario un aporte adicional de 6.000 millones de dólares cada año de aquí a 2015. Esto también ayudaría a reducir el número anual de infecciones, de los 2,5 millones que tuvieron lugar en 2009, a un millón en 2015.
A pesar de estas evidencias científicas, la tendencia de los últimos años ha sido justamente la opuesta a la necesaria: la financiación se ha reducido en 2009 y en 2010, dejando al Fondo Global de Lucha Contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, al Plan Presidencial de Emergencia contra el Sida del Gobierno de los Estados Unidos (PEPFAR, por sus siglas en inglés) y a otros programas de lucha contra esta enfermedad, con muchos menos recursos de los que se necesitan si se quieren aprovechar los beneficios de utilizar el tratamiento como prevención.
Acabar con el doble discurso de los países ricos
Los gobiernos deben lograr también que el coste de los medicamentos continúe siendo accesible. El refuerzo de las patentes de medicamentos para el VIH/sida que se está produciendo en la actualidad ya está teniendo un impacto negativo sobre el acceso de millones de personas a nuevos tratamientos, una medicación que estas personas necesitarán de por vida. Las nuevas combinaciones de antirretrovirales pueden costar casi 50 veces lo que cuestan los medicamentos de primera línea. Y por ello, MSF insta a los países donantes a que dejen inmediatamente de impulsar políticas comerciales que bloqueen la producción, exportación, tránsito e importación de fármacos genéricos más económicos. Este tipo de políticas comerciales que dificultan el acceso a medicamentos esenciales son parte del conjunto de nuevos acuerdos bilaterales de libre comercio, como el que se está negociando en los últimos meses entre la Unión Europea e India.
“Diez años atrás, nuestros pacientes venían a las clínicas en carretilla, a menudo al borde de la muerte, porque el precio del tratamiento estaba fuera de su alcance”, explica el Dr. Von Schoen-Angerer. “Sin embargo, gracias a los medicamentos genéricos accesibles, hemos comprobado que las vidas de nuestros pacientes pueden llegar a transformarse completamente. Los países ricos necesitan terminar con ese doble discurso de proclamar que se están enfrentando al VIH/sida, cuando al mismo tiempo están impulsando acciones que van dirigidas a bloquear la competencia de los medicamentos genéricos. Y a pesar de que la competencia de genéricos sirve para reducir los precios (algo que es absolutamente necesario para que más gente pueda acceder a un tratamiento que necesita), los países ricos se empeñan en seguir impulsando este tipo de políticas comerciales que perjudican a los pacientes de VIH/sida de los países en vías de desarrollo”.
Médicos Sin Fronteras añade además que los gobiernos deben dejar de oponerse a la implementación de estrategias dirigidas a los grupos más vulnerables: las mujeres, los hombres que tienen sexo con hombres, las personas que se inyectan drogas y los trabajadores sexuales.
“En la lucha contra el VIH/sida, los líderes mundiales deberían haber dado un paso al frente hace mucho tiempo para proteger a aquellos grupos que se encuentran más marginados”, comenta Nonkosi Khumalo, presidente de la Treatment Action Campaign, una organización activista que lucha contra el sida en Suráfrica. “Las estrategias de tratamiento y prevención dirigidas a los grupos con mayor riesgo son irrelevantes si se niega la existencia misma de estas personas”.
Los gobiernos deben lograr también que el coste de los medicamentos continúe siendo accesible. El refuerzo de las patentes de medicamentos para el VIH/sida que se está produciendo en la actualidad ya está teniendo un impacto negativo sobre el acceso de millones de personas a nuevos tratamientos, una medicación que estas personas necesitarán de por vida. Las nuevas combinaciones de antirretrovirales pueden costar casi 50 veces lo que cuestan los medicamentos de primera línea. Y por ello, MSF insta a los países donantes a que dejen inmediatamente de impulsar políticas comerciales que bloqueen la producción, exportación, tránsito e importación de fármacos genéricos más económicos. Este tipo de políticas comerciales que dificultan el acceso a medicamentos esenciales son parte del conjunto de nuevos acuerdos bilaterales de libre comercio, como el que se está negociando en los últimos meses entre la Unión Europea e India.
“Diez años atrás, nuestros pacientes venían a las clínicas en carretilla, a menudo al borde de la muerte, porque el precio del tratamiento estaba fuera de su alcance”, explica el Dr. Von Schoen-Angerer. “Sin embargo, gracias a los medicamentos genéricos accesibles, hemos comprobado que las vidas de nuestros pacientes pueden llegar a transformarse completamente. Los países ricos necesitan terminar con ese doble discurso de proclamar que se están enfrentando al VIH/sida, cuando al mismo tiempo están impulsando acciones que van dirigidas a bloquear la competencia de los medicamentos genéricos. Y a pesar de que la competencia de genéricos sirve para reducir los precios (algo que es absolutamente necesario para que más gente pueda acceder a un tratamiento que necesita), los países ricos se empeñan en seguir impulsando este tipo de políticas comerciales que perjudican a los pacientes de VIH/sida de los países en vías de desarrollo”.
Médicos Sin Fronteras añade además que los gobiernos deben dejar de oponerse a la implementación de estrategias dirigidas a los grupos más vulnerables: las mujeres, los hombres que tienen sexo con hombres, las personas que se inyectan drogas y los trabajadores sexuales.
“En la lucha contra el VIH/sida, los líderes mundiales deberían haber dado un paso al frente hace mucho tiempo para proteger a aquellos grupos que se encuentran más marginados”, comenta Nonkosi Khumalo, presidente de la Treatment Action Campaign, una organización activista que lucha contra el sida en Suráfrica. “Las estrategias de tratamiento y prevención dirigidas a los grupos con mayor riesgo son irrelevantes si se niega la existencia misma de estas personas”.
Médicos Sin Fronteras actualmente provee tratamiento antirretroviral a 170.000 personas con VIH/sida en 19 países. La organización médico-humanitaria adquiere más del 80% de los medicamentos que utiliza en sus proyectos a través de productores de genéricos de India.
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